HOY
Sus manos
no sostienen las mías,
ya no preguntan,
la sombra se esconde
entre sus dedos
por los días cortos latirán en silencio
extenso como el olvido,
recorro las palabras
y estas caen
en una palabra muerta,
apenas la he visto mirarme
como un molino roto
que encalló el viento.
Tomaría tu mano
en esta tarde de otoño
como una vez
ya no rompen en mi,
será que a lo mejor
están mas roncas o agrias
y los recuerdos
nos va endureciendo
el tiempo
que fuimos
Fernando Cobo